Con 86 votos a favor, 41 en contra y ninguna abstención, se aprobó en lo general la reforma judicial en el Senado, con el voto decisivo del senador del PAN, Miguel Ángel Yunes, en medio de protestas que obligaron a que la Cámara Alta sesionara en la antigua sede de Xicoténcatl.
Trabajadores del Poder Judicial Federal y ciudadanos, irrumpieron en el Senado de la República, obligaron a pausar la sesión, y a sesionar en una sede alterna.
Alrededor de las 16:00 horas, un grupo de manifestantes que se congregaba afuera de la Cámara Alta, en avenida Reforma, logró ingresar a las instalaciones con un “portazo”.
Al grito de “traidores”, los inconformes se apostaron a lo largo del edificio sede del Senado y de inmediato buscaron ingresar al salón de sesiones. Otro grupo colocó carteles en rechazo a la reforma.
Luego de algunos minutos de forcejeos, los manifestantes lograron doblegar la seguridad e ingresaron a la parte alta del salón de sesiones. Ante su presencia, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, apuró a los senadores para salir del recinto.
Algunos senadores del Partido Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) permanecieron en el recinto dialogando con los inconformes. Por el contrario, todo el bloque del oficialismo salió a prisa del lugar, pues de inmediato se barajó la opción de una sede alterna.
En pocos minutos, los manifestantes llegaron a la parte baja, donde fueron “rociados” con el polvo de los extintores, en un intento por contenerlos.
Finalmente, la endeble seguridad del recinto sucumbió y lograron ingresar para apostarse en la tribuna.
A las 17:30 horas, en la página del Senado se publicó el aviso para reanudar la sesión, a las 19:00 horas, en la Antigua Casona de Xicoténcatl, ubicada en el Centro de la Ciudad de México, que por varios años albergó esta Cámara, y que para esa hora ya empezaba a resguardarse en su periferia por elementos de la Policía capitalina.
Grupos de manifestantes se trasladaron hasta ese recinto, pero fueron recibidos con vallas y un fuerte dispositivo de seguridad.
A las 19:02 horas, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, reanudó la sesión condenando la irrupción de los manifestantes, y aseguró que se presentó un “intento de golpe que buscaba generar un vacío en el ejercicio del Poder Legislativo”.
El primer posicionamiento corrió a cargo de la senadora Mayuli Martínez Simón, del PAN, quien aseguró que esta reforma debilita la independencia del Poder Judicial, pues establece que el presidente, diputados, senadores y ministros, sean quienes propongan jueces, lo que impediría a “ciudadanos de a pie” llegar a estos cargos.
Afirmó que también se debilita la impartición de justicia, pues reemplaza a los especialistas por candidatos más populares y socava derechos humanos, pues restringe los efectos del juicio de amparo, que le sirve al ciudadano para defender sus derechos frente a cualquier abuso de los gobiernos.
Finalmente condenó la creación de un tribunal de disciplina, que se integrará por cinco personas propuestas por el presidente, diputados, senadores y ministros, el cual calificó de “tribunal de inquisición”, pues gozará de un poder absoluto para investigar a cualquier trabajador del Poder Judicial y tendrá facultades de sancionar o destituir, por dictar algunas sentencias.
En su turno, la senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales, reclamó a Morena por lo que consideró “una serie de arbitrariedades”, pues aseguró que el partido oficial echó a andar todo el aparato del Estado para someter la voluntad de los senadores que se oponen a la aprobación de la reforma judicial, y les recordó: “ustedes tienen la mayoría, la gente les otorgó la confianza, pero no les otorgaron un cheque en blanco”.
El cierre de la primera ronda, de la votación en particular, corrió a cargo del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, de quien se especuló dejaría el PAN para irse a las filas de Morena, para votar a favor de la reforma.
Sin dejar su partido, y en su turno en tribuna, aclaró: “en la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia”.
Tras sus palabras, todo el bloque oficialista rompió en júbilo, al grito de: “la reforma va”, como presagio de lo que se esperaba fuera una votación mayoritaria, a pesar de la toma de tribuna de todo el bloque opositor y de las acusaciones de secuestro o detención del senador Daniel Barreda, de Movimiento Ciudadano, para desfondar a los 43 que frenarían el dictamen.
El Poder Judicial de la Federación otorga protección y certidumbre a los mexicanos en los diferentes sectores sociales, como las familias, las clases trabajadoras, empresarios, trabajadores del campo; y evita que queden en estado de indefensión ante los excesos y autoritarismo de los gobernantes.
Es una de las instituciones que deben ser salvaguardadas, así como las fuerzas armadas, porque proveen estabilidad a nuestro país, al evitar que se vulnere el estado de derecho.
Con la reforma se pierde la imparcialidad en la impartición de justicia, coincidieron expertos.
