El director de la Normal de Ayotzinapa dice que conservan la esperanza de hallarlos
ABEL MIRANDA /EL SOL DE ACAPULCO
TIXTLA, Guerrero. Tomás Vargas Colchero, director de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, se pronuncia sobre la importancia de esclarecer los hechos ocurridos en 2014, cuando 43 estudiantes desaparecieron.
“Creo que no nomás es el actual gobierno, los demás gobiernos también siempre han quedado a deber. Yo creo que se tiene que aclarar debidamente, porque eso nos da apertura a que todos estemos en paz”, insiste el maestro.
Es un episodio que aún marca a la institución. Vargas enfatiza que, aunque la verdad no ha sido revelada después de dos administraciones federales, la esperanza de encontrar a los estudiantes sigue viva. Y lanza: “Creo que en esta Administración las intenciones están, pero pues son intenciones”.
El director también defiende el papel de las normales rurales en la formación política de sus estudiantes, considerando esta faceta como fundamental en la educación que brindan.
Aunque reconoce el impacto que las movilizaciones pueden tener en terceros, argumenta que estas son parte de las acciones necesarias para exigir justicia. “Pedimos una disculpa a veces a terceros, pero forma parte del normalismo rural. Entonces, es pedir una disculpa a esas personas”.
Resalta la labor social de los normalistas, como el programa de regularización con el que apoyaron a cerca de 500 estudiantes de Acapulco y la Costa Chica de Guerrero
“Seguimos esperanzados a que nuestros alumnos (...) que estén con vida, hasta que el veredicto sea algo contrario”
TIXTLA. Guerrero. “Es un hecho lamentable que a 10 años no se haya esclarecido todavía lo que fueron los hechos (...) Una vez que se esclarezca, pues yo creo que todas las partes quedarían satisfechas”, dice Tomás Vargas Colchero, director de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, sobre la desaparición de los 43 normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando él era maestro de grupo.
En entrevista con El Sol de México, el académico señala además que la formación política es parte de la vida de las normales y defiende a sus alumnos del estigma social que recae sobre ellos, pero se disculpa por las afectaciones que generan a terceros con sus movilizaciones, que tienen el objetivo de aclarar lo que pasó con los 43 hace 10 años.
Resalta la labor social de los normalistas, como el programa de regularización con el que apoyaron a cerca de 500 estudiantes de Acapulco y la Costa Chica de Guerrero tras el paso del huracán Otis. “Cuando aprenden a conocer a los estudiantes entienden por qué se comportan así, que muchas de las veces lo que ven y escuchan no es igual cuando un alumno está desenvolviéndose pedagógicamente dentro de un aula”, dice.
¿Cómo inicia la Normal de Ayotzinapa este ciclo escolar?
Nosotros programamos con los jóvenes lo que es el regreso a clases, como lo marca el calendario de Normales. A partir del día 26 estuvieron los alumnos de segundo, tercer grado en aulas. Los jóvenes de primer año tuvieron una actividad también y los alumnos de cuarto grado son los que ya se integraron a sus escuelas primarias, que se encuentran en la ciudad de Chilpancingo, en Tixla y alrededores. Entonces, pues académicamente iniciamos con buenas expectativas hacia un progreso académico.
¿La matrícula en este ciclo escolar de cuántos estudiantes es?
Estamos hablando que de la licenciatura de educación primaria tenemos 120 alumnos de nuevo ingreso y 45 en la licenciatura de plurilingüe. Tenemos al igual los alumnos que tenemos de cuarto año con el plan 2018, que nuestra matrícula está alrededor de 568 alumnos. ¿Cuándo inició su Administración? Llevo cinco, estuve cinco años como subdirector académico y voy para dos años como director de esta institución educativa.
¿Le tocó el caso Ayotzinapa como subdirector?
No, me tocó como maestro de grupo. ¿A 10 años, qué opina usted del caso Ayotzinapa?
Sin duda alguna fue un hecho lamentable. A partir del 26 y 27 de septiembre del 2014, exactamente a 10 años, fue un cambio que ha sufrido la institución. Es un hecho lamentable que a 10 años no se haya esclarecido todavía lo que fueron los hechos y yo creo que todavía tenemos la esperanza de que se esclarezcan. Una vez que se esclarezca, pues yo creo que todas las partes quedarían satisfechas.
Seguimos esperanzados a que nuestros alumnos, está la chispita todavía encendida, que estén con vida, hasta que el veredicto sea algo contrario.
¿Considera que el caso Ayotzinapa es el nuevo Tlatelolco de nuestro país, es el nuevo 68?
Pues sin duda alguna yo creo que ha habido varios movimientos y este, el de los 43 pues forma parte de uno más, que sin duda alguna no hay un esclarecimiento, las expectativas son mayores y pues lo más lamentable es que quede en un archivo muerto.
Ya pasaron dos administraciones federales y el caso todavía no ha sido aclarado ¿cuál es la exigencia de la Normal de Ayotzinapa?
Pues como Normal de Ayotzinapa yo creo que siempre se ha exigido que se esclarezca el hecho. Es un hecho lamentable, son vidas humanas que sin duda alguna dejan marcada tanto a la institución, dejan marcados a los padres de familia y a una sociedad que cree y sigue creyendo en que puede esclarecerse todo.
¿Se aumentó el presupuesto a la Normal de Ayotzinapa en este sexenio o se mantiene igual?
Se ha mantenido. En ese lado del presupuesto no manejamos montos, pero sin duda alguna siento que sí hay pequeños incrementos.
¿Ha visto disponibilidad del Gobierno federal para resolver el caso Ayotzinapa?
Creo que en esta Administración las intenciones están, pero pues son intenciones.
¿Qué les diría a las personas que son detractoras de la Normal de Ayotzinapa, que los critican por su plan de acción que tiene, como los bloqueos y las manifestaciones que realizan?
Ante estas acciones sí pedimos una disculpa a veces a terceros, pero forma parte del normalismo rural. Entonces, es pedir una disculpa a esas personas. A veces las actividades que los jóvenes realizan tienen como base una exigencia, que es que se aclaren los hechos ocurridos en el 2014.
¿Qué opina usted de toda esta estigmatización que se ha hecho tanto a los estudiantes como a los egresados de la Escuela Normal de Ayotzinapa?
Hablar en general de cómo se ven nuestros estudiantes fuera de la escuela, muchas de las veces no se conocen las causas. Se critica sin conocer la esencia, pero así como nosotros salimos a los diferentes contextos a realizar prácticas en este proceso de formación, tenemos sin duda algunas observaciones positivas.
Cuando aprenden a conocer a los estudiantes entienden por qué se comportan así, que muchas de las veces lo que ven y escuchan no es igual cuando un alumno está desenvolviéndose pedagógicamente dentro de un aula, dentro de su proceso formativo. Cambia la visión cuando aprenden a conocer a nuestros alumnos.
Entonces, creo que es lo más positivo que tenemos. El día de ayer tuvimos, con lo que pasó con Otis, los jóvenes que están ahorita en cuarto grado, entramos a un programa que fue regularizar alumnos de lo que es la región de Acapulco y Costa Grande a través del único medio, el único recurso que fue el teléfono. Se regularizaron a más de 500 niños en esos contextos y estamos satisfechos con esa regularización.
Se ha dicho que en Normales Rurales se le ha puesto más atención al asunto político y no al asunto académico, ustedes ¿cómo le hacen para poder equilibrar estos dos temas?
Sin duda alguna creo que es una característica de las Normales Rurales. Nosotros tratamos siempre de tener una plática con los jóvenes y decir: es importante lo político porque es parte de las escuelas normales, pero también un elemento importante es lo académico.
Si ustedes comparten el 50 por ciento académico y el 50 por ciento político serán unos excelentes docentes. Entonces, siempre hemos trabajado con ellos en sensibilizar sobre lo importante que es estar dentro del aula de clases.
“Es un hecho lamentable que a 10 años no se haya esclarecido todavía lo que fueron los hechos”
